jueves, 10 de diciembre de 2009

Fondue. Homenaje a mi tío.

La Fondue siempre me evoca recuerdos de infancia en familia.

Tengo familia en Suiza y de pequeño pasábamos muchas navidades con ellos. Cuando mi tía nos preguntaba si había algún plato especial que queríamos que nos hiciese mientras estábamos allí, la Fondue era uno de ellos.

Según tradición Suiza la Fondue es un plato que preparan los hombres, así que a mi mente viene la imagen de mi tío, todo lo grande que es, de pié, en la cocina preparándola mientras nosotros, sentados a la mesa, esperábamos pacientemente. Por eso la receta “familiar” me la ha pasado él, y no por escrito sino simple y llanamente por tradición oral: a base de las numerosas veces que le he visto prepararla y que se me ha quedado grabado a fuego en mi memoria.

Primero cortaba unos dientes de ajo, frotaba el fondo del Caquelon con ellos y lo ponía al fuego. Luego añadía unas gotas de Kirch y, cuando el calor empezaba a llenar la cocina de aromas, añadía los quesos (siempre Gruyére y Emmental) previamente rayados. También bicarbonato en la cantidad de la punta de una cuchara.
El siguiente paso es, siempre según mi tío, el mas importante. Hay que remover todo sin parar hasta que se funda homogéneamente y siempre con una pala de madera, girando en sentido de las agujas del reloj. La razón de que haya que hacerlo sin parar es para conseguir que los ingrediente se mezclen, pero porqué hay moverlos en sentido de las agujas del reloj siempre ha sido un misterio para mi que nunca me he atrevido a preguntar y, por supuesto, tampoco me atrevido a probar a hacerlo en el otro sentido por miedo a que sea verdad.

Cuando todo ya está bien fundido y mezclado, un toque de pimienta blanca y de nuez moscada da el punto final al plato.

Por eso la Fondue está entre mis recetas mas queridas y entrañables, así que cada vez que mi hijo mayor me pide que les haga este plato (siempre dice que es su plato favorito) me alegra saber que la receta familiar seguirá transmitiéndose y que cada vez que de mayor él la prepare, se acordará de su padre.

P.D. Como habréis podido advertir, no he hecho referencia alguna a cantidades. Este plato es lo que tiene, puedes encontrar tantas recetas como habitantes hay en Suiza, así que entre esto, y el hecho de que yo tengo ya tomadas las medidas a ojo tras muchos años de pruebas, es mejor si la vais a hacer vosotros que escojáis cualquier receta que podéis encontrar en Internet que seguro que os sale para chuparse los dedos.

3 comentarios:

Jose Manuel Martín dijo...

Probaré a hacerlo, Yo pensaba que eran 3 quesos, pero me ceñiré a la receta. En cuanto a el recipiente, no vale una fondue normal no?

MASA dijo...

La Fondue de Queso requiere un Caquelon de cerámica. Los que se encuentran fácilmente en las tiendas, los de metal, són adecuados para otro tipo de Foundues: la Bourguignon (acite) o la Chinoise (caldo).

Para la de queso no es nada recomendable este tipo de Caquelon.

Anónimo dijo...

Tron, se me ha hecho la boca agua. Menos mal que hasta aquí, en el "Chalet Suizo", preparan una buena fondue para quitarme el gusanillo...

Un abrazo

Félix